Abstract
En un escenario marcado por la incertidumbre, la capacidad de adaptación al cambio cobra especial atención, estamos ante un futuro cada vez más incierto, sobre todo para la juventud. Con esta perspectiva, en los centros de secundaria, la orientación profesional debe actuar con un carácter proactivo, desterrar la acción puntual en los cursos terminales y pasar a ser un proceso continuo de acompañamiento y mediación.