Resumen
Desde una nueva dimensión del hecho educativo, las buenas prácticas de Orientación Educativa han de tener su inicio allí donde el futuro ciudadano nace y recibe los primeros cuidados, atenciones, mensajes educativos y procesos de interacción y comunicación compartida, es decir, en el seno de la familia, dentro de un clima de máximo respeto, de participación, de tolerancia responsable y bien entendida, y de educación en valores por parte de todos sus miembros.