Abstract
Con la intención de detener la rápida propagación de la enfermedad por coronavirus de 2019 (covid-19), en marzo de 2020 interrumpieron sus actividades más de 254 000 planteles y 30 millones de alumnos de educación básica (EB) y educación media superior (EMS). El sistema educativo mexicano debió ajustar sus procesos a fin de promover el aprendizaje en casa. Este hecho inédito representó un gran desafío para poco más de 1.6 millones de docentes que debieron preparar clases y materiales orientados a facilitar, en la medida de lo posible, la continuidad del proceso educativo.