Abstract
Al ingresar a la educación preescolar, los niños llegan con un lenguaje diverso, y es a partir de que inician su educación formal que se les brindan oportunidades que enriquecen su oralidad. Por ello es importante que los docentes, fortalezcan y se capaciten, a fin de brindar estrategias que enriquezcan y amplíen su expresión oral. Este informe relata cómo una docente modificó su actuar, a partir de la autorreflexión de su práctica, con base en lo trabajado en el Taller de Lectura y Oralidad, donde enriqueció su capacidad de aprovechar los recursos educativos con que cuenta el personal docente, como el libro de la educadora, las láminas didácticas y los libros de la biblioteca escolar y de aula.