Abstract
El error es una poderosa manera en la que naturalmente aprendemos, pero cuando
cometemos errores pensamos en el fracaso del proceso e incluso tememos
repetirlo, incluso intentamos evitarlo, pero en ocasiones no vemos más allá, se nos
olvida comúnmente las puertas que nos abre el cometer errores.
En el ámbito escolar, visualizamos la concepción del error reflejado en temor, en la
vergüenza que les puede generar a nuestros alumnos al compartir una respuesta
que no sea la idónea.