Abstract
Las prácticas docentes que fomentan una pedagogía inclusiva deben sustentarse en una evaluación que implique a todos los agentes que participan en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Este trabajo analiza el proceso de reflexión y revisión de prácticas inclusivas de aula desarrollado en un colegio rural agrupado para problematizar y mejorar, a nivel comunitario, dichas prácticas implementadas por los docentes.