Abstract
La Pandemia a causa del Covid-19, subrayó la palabra muerte. ¿Qué hogar, qué familia, qué
contexto; no sumó a sus vocablos la expresión “Ha muerto…”? Hizo falta palabras, muchas palabras: que describieran desde las pantallas, desde los hogares; cómo las muertes nos dejaban desconciertos, vacíos: cómo las partidas inesperadas y masivas, necesitaban de espejos existenciales dónde modelar nuestros comportamientos, el cuento El pato y la muerte hace decir tanto sobre este tema; justo aquí se reconoce la bondad de la Literatura: presentar mundos imaginarios tan reales, desde donde se pueda modelar y reacomodar el dolor.