Resumen
Los niños aprenden a hablar en las interacciones sociales y es a través de estas dinámicas que son capaces de
ampliar su vocabulario. El establecimiento de interacciones lingüísticas les permite estructurar lo que piensan, por ello, la primera actividad que se les presenta consiste en el establecimiento de preguntas directas acerca de las emociones, para conceptualizar el tema y encontrar el vínculo con su propia persona.