Abstract
Expondremos en este artículo algunas de las conclusiones surgidas a partir de un trabajo de investigación1 cuyo propósito fue aportar a la comprensión del rol que juega la escuela primaria (en este caso específicamente a través de las maestras) y desde el ámbito de lo cotidiano, al proceso de adquisición de la identidad de
género, entendido esto como un proceso de síntesis que realiza una persona a partir de la interacción entre lo psicológico y las prescripciones culturales acerca de cómo deben ser una mujer y un varón.