Abstract
El año 2011 finaliza sin que haya llegado aún la concreción de una nueva Ley de Educación Superior, o de alguna instancia modificatoria de la Ley 24.521 sancionada en julio de 1995. Es claro que 16 años después, la comunidad universitaria sigue esperando otra ley que acompañe de manera coherente las trasformaciones iniciadas en el país desde el año 2003.