Informe de seguimiento de la educación en el mundo 2020: informe sobre género, Una nueva generación: 25 años de esfuerzos en favor de la igualdad de género en la educación
Metadatos
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April, D.
Barakat, B.
Barry, M.
Bella, N.
Cristina D’Addio, A.
Eck, M.
Endrizzi, F.
Ginestra, C.
Hertelendy, G.
Van Vuuren, U. J.
Priyadarshani, J.
Fecha
2020-01-01Resumen
Durante los últimos 25 años, el acceso de las niñas a la educación ha aumentado de manera espectacular, cerrando una brecha de cuatro puntos porcentuales en las tasas de matriculación. Además, las niñas han alcanzado o superado a los niños en sus resultados de aprendizaje en lectura y matemáticas. Sin embargo, las niñas, en especial las que tienen desventajas combinadas de pobreza o discapacidad, siguen enfrentando las formas más graves de exclusión en los países más pobres del mundo. La educación es un factor de influencia decisivo en favor de los derechos de las mujeres. Hacer hincapié en la educación, en especial en la de las niñas, puede romper la transmisión de desventajas de una generación a otra, ya que los hijos tienden a obtener un nivel educativo más alto que sus padres. Al mismo tiempo, si bien la medida en que la educación de los padres determina la educación de sus hijos disminuye lentamente, no deja de ser importante, lo que hace necesario intervenir para impedir que persista la desigualdad. El sector educativo por sí solo no puede lograr la igualdad de género en la educación. Las normas de género negativas residuales de la sociedad imprimen a la educación un sesgo en relación con el género, influyen en las actitudes de los docentes, en la elección de las asignaturas de estudio y de la carrera profesional, y afectan las oportunidades que tendrán las mujeres ulteriormente en la vida. Los países deben centrar sus esfuerzos en fomentar escuelas más inclusivas para todos los alumnos, independientemente de su origen, capacidad o identidad. Para ello es necesario mejorar las instalaciones sanitarias en las escuelas, prestar más atención a la violencia escolar por razones de género, incluso en internet, y promover políticas que alienten a las adolescentes embarazadas a volver a la escuela. El mensaje de inclusión resuena con fuerza en momentos en que la COVID-19 ha exacerbado las desigualdades.