Abstract
Paulo Freire ilumina la pedagogía desde los años cuarenta del pasado siglo. Fue entonces cuando inició su trabajo educativo y social con los pobres que no sabían leer ni escribir, tomando conciencia de las graves carencias formativas de la población adulta. Testigo del tiempo histórico que le tocó vivir en Brasil, América Latina y el mundo, reconociéndose a sí mismo como «substancialmente político y adjetivamente pedagogo», su legado continúa proyectándose en nuevas oportunidades para leer la educación y la vida con una visión sociopolítica, liberadora y transformadora.