La capacidad para adaptarnos está a prueba. Resiliencia, flexibilidad mental y de conducta

Abstract

Las situaciones límite nos retan. Ante ellas, debemos hacer ejercicios para que nuestra mente y nuestras emociones como adultos no se deterioren, para que estén reguladas. Estar bien emocionalmente no es opción ni es un lujo, especialmente para los pequeños a quienes debemos ayudar a pasar la incertidumbre. En este objetivo la “flexibilidad”, tanto mental como de conducta, es importante. La flexibilidad es la capacidad de adaptarnos temporalmente a los cambios de la vida. Movernos con lo que pasa para evitar conductas destructivas. Resiliencia significa adaptarnos temporalmente a cambios y regresar al estado anterior más fuertes, sin quebrarnos emocionalmente.